Estos días de verano que nos están visitando tantas nubes,rayos y agua de lluvia, uno sabe que lo de disfrutar al aire libre de nuestras terrazas durante los meses de junio, julio y agosto, no siempre es posible porque el tiempo, y según qué zonas, puede ser muy inestable. ¿Y cómo protegernos del mal tiempo para poder seguir disfrutando de nuestros espacios exteriores? ¿Conocéis las pérgolas bioclimáticas? ¡Son una pasada! Os recomiendo que sigáis leyendo y os quedéis con la imagen que os dejo en este post.
En este caso os he traído un ejemplo de la marca francesa Biossun, una pérgola muy elegante con grandes prestaciones. Como veis, se trata de un techo exterior sujetado por varios pilares y abierto por todas sus caras para dejar disfrutar del paisaje. Si todavía no os creéis que una pérgola bioclimática como ésta os pueda ayudar a protegeros en días de invierno o días lluviosos de verano, es hora de desvelar todo lo que puede hacer: para empezar os diré que pueden regular la temperatura del lugar de una manera natural. El techo está constituido por lamas móviles, esto significa que podemos variar su posición: disponen de una apertura completa, otra menor para ventilación, otra posición de sombra y una última de cierre total, bloqueando así la entrada de rayos solares mientras el aire va ascendiendo por la cubierta para ventilar.
Igual que nos protege del sol, estas pérgolas bioclimáticas también nos resguardan de la lluvia y de la nieve. Las especificaciones técnicas son sorprendentes: son capaces de resistir corrientes de viento de hasta 200 km/hora y por metro cuadrado, soportan hasta 150 kg de nieve. Con estos detalles,¡uno se puede sentir bien seguro bajo ellas! Además, os diré que toda la perfilería de estas plataformas de exterior está fabricada en aluminio reciclable, así que también tienen su granito de aportación al cuidado del medio ambiente. Para ir rematando las capacidades de las pérgolas bioclimáticas, añadiré que muchas funcionan ya electrónicamente, lo que permite que el usuario pueda controlar la posición de las lamas y el resto de funciones desde un mando a distancia. E, incluso, a través del smartphone, si nos descargamos la app necesaria.
Si estás pensando que una pérgola de este tipo no tiene cabida en tu terraza por la disposición del espacio o las dificultades de instalación, también te diré que se adaptan a casi todas las situaciones posibles y brindan muchas facilidades. Por ejemplo, las pérgolas pueden instalarse en fachadas sobre un mínimo de dos pilares; pueden instalarse de forma autoportante, empleando cuatro pilares propios de sujeción como observamos en la fotografía, o incluso pueden incrustarse en estructuras preexistentes del hogar. Hay pocos espacios que se les resistan, así que no tengas miedo por eso ¡e infórmate!
¿Y qué hay del diseño? La estética que presentan las pérgolas bioclimáticas van en consonancia de su avance tecnológico y emplean diseños de corte minimalista, sacando a relucir lo mejor de tus espacios exteriores. En cualquier caso, existen diferentes modelos entre los que podremos elegir el que mejor se adecue a nuestro entorno y nuestras necesidades. En Biossun, la marca francesa que os comentaba antes, podéis descubrir la gran variedad de tonalidades a elegir: un total de 350 colores entre los que se incluye la gama Futura con tonos dorados, metalizados, arena… Cada pérgola es única y nosotros seremos los que tendremos que decidir cuál es la que mejor se adapta.
Si por sí mismas estas plataformas de exterior ya resultan bastante completas, imaginad si os digo que podemos incorporar en ellas una gran cantidad de accesorios complementarios para personalizar completamente nuestro espacio. Para que os hagáis una idea, podéis incorporar en las pérgolas bioclimáticas iluminación led, cine al aire libre, cortinas de cristal, calefacción infrarroja, sensor de viento y lluvia para la autoregulación de las lamas, jardineras y una larga lista de funcionalidades similares que completarán la experiencia y harán de vuestra terraza o jardín un auténtico paraíso.
La verdad es que solo con nombrarlo a mí ya se me hace la boca agua. ¡Quién no querría tener una pérgola en casa después de decir todo esto! Quizá, la única pega es que necesitamos bastante espacio para poder realizar una instalación bonita como la que se muestra en fotografía, pero sin duda quien cuente con un buen trozo de terraza sabrá encontrar la forma de conseguirlo. Eso sí, de precios será mejor que no hable aquí y los descubráis vosotros mismos, en función de todas las pijotadas que queráis añadirle a la pérgola…
FOTOS: outdoorconcepts.es
Tu terraza a salvo… ¡Pérgolas bioclimáticas! es un post de Vivir Hogar
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