Ahora durante las vacaciones solemos estar más en casa y dedicamos más tiempo a cocinar, lo que se traduce en más suciedad. Si sois de los que gastáis mucho el horno para preparar arroces, carnes y verduras, seguro que pronto notaréis que el horno empieza a ensuciarse y muchas veces ocurre que no sabemos cómo quitar esa suciedad de forma impecable para dejar un horno limpio y aseado. Por eso os traigo hoy un pequeño truco de abuela con el que lograréis dejar este electrodoméstico como si fuera nuevo:
Qué necesitamos
¡Levadura y vinagre! Con estos dos ingredientes tan comunes podremos conseguir una limpieza radiante de nuestro horno de cocina. Para ello, necesitaremos también un pequeño recipiente, una esponja, un pulverizador y agua. El vinagre puede ser de cualquier tipo y la levadura debe ser en polvo para poder disolverla.
Pasos a seguir
En primer lugar, vaciaremos al completo el interior de nuestro horno, retirando tanto las sartenes y cazuelas que tengamos almacenadas dentro, como las bandejas y parrillas.
A continuación, cogeremos un paño y lo mojaremos con agua para retirar la suciedad más superficial: restos de comida y otras partículas sueltas que se hayan ido acumulando en el horno y que podemos retirar fácilmente con el trapo húmedo.
Para desengrasarlo todo, recurriremos al truco que os indicaba antes. Cogeremos el recipiente y en él mezclaremos agua con levadura. Aproximadamente pondremos cinco cucharadas y removeremos hasta obtener una pasta espesa. Cuidado: no debe quedar líquida. Una vez obtenido el mejunje, lo aplicaremos en el interior del horno, incluso en la parte posterior de la puerta, donde la grasa se acumula más por las elevadas temperaturas que alcanza.
Conforme limpiamos, es posible que la pasta de levadura se vaya haciendo gris por el contacto con el aire. No pasa nada. En el caso de que nos hayamos quedado cortos con la pasta, haremos un poco más para distribuirla bien por todo el horno. Una vez conseguido, lo dejaremos actuar durante 12 horas. Es aconsejable aplicar la pasta por la noche y rematar la limpieza por la mañana al día siguiente, para que no suponga un inconveniente. Mientras lo dejáis reposar, dejad la puerta del horno entornada.
A las 12 horas, el horno estará listo para relucir. De nuevo, con la ayuda de un trapo mojado, quitaremos toda la pasta aplicada, en la medida que sea posible, porque nos quedarán algunos rastrojos que no se irán con simple agua. Es entonces cuando aplicaremos el vinagre. Colocaremos un chorro en el pulverizador y tiraremos en aquellas partes del horno donde aún queden rastros de la levadura. Lo normal es que se produzca espuma en el contacto del vinagre y la levadura, lo que provocará el desprendimiento de toda suciedad. Simplemente dejadlo actuar cinco minutitos y, ahora sí, con el trapo húmedo retirar la espuma. ¡Voilà!
Ahora tu horno lucirá más limpio que nunca sin haber hecho uso de ningún producto químico, ¿no es increíble?
Truco para limpiar el horno es un post de Vivir Hogar
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